Hoy os hablamos de un producto fundamental y necesario en cualquier cocina española: el aceite de oliva virgen extra. Es la principal grasa -saludable- usada en la dieta mediterránea la cual está avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Más allá de ser uno de los principales representantes de nuestra gastronomía a nivel nacional e internacional, las propiedades del aceite de oliva virgen extra hacen que sea un producto altamente beneficioso para la salud, rico en antioxidantes y nutrientes esenciales, cuyo consumo diario está altamente recomendado por los expertos en nutrición. Te contamos por qué.
Debemos saber que el aceite de oliva virgen extra es el aceite de máxima calidad de entre todos los aceites ya que está elaborado de forma totalmente natural, sin añadir productos colorantes o conservantes que puedan afectar a su sabor, aroma, color, pureza o a las propiedades del aceite de oliva virgen extra.
Estos son algunos de los muchos beneficios del aceite de oliva virgen extra:
1. Colabora con la pérdida de peso
Quizá sea uno de los beneficios más desconocidos. El aceite de oliva virgen extra ayuda a reducir peso, siempre y cuando lo acompañemos de una alimentación saludable y de la práctica de ejercicio físico. Su consumo moderado ayuda a acelerar el metabolismo y eliminar las grasas no saludables.
2. Buen aliado contra la diabetes
Gracias a su alto contenido en grasas saludables, el aceite de oliva virgen extra es un gran aliado para combatir la diabetes. Ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y favorece tanto la producción de insulina como el descenso de triglicéridos.
3. Mejora la salud mental y el estado de ánimo
Diferentes estudios han demostrado que el aceite de oliva virgen extra protege el sistema nervioso y mejora el estado de ánimo. Los diferentes componentes del aceite favorecen el correcto funcionamiento del sistema nervioso central, ayudando a que los nervios funcionen adecuadamente y a aumentar los niveles de serotonina.
4. Eficaz contra el estreñimiento
Es un fantástico remedio natural para combatir el estreñimiento, ya que tiene un ligero efecto laxante que favorece la regulación del tránsito intestinal. Para conseguir su máxima eficacia, lo ideal es tomar una cucharada de AOVE en ayunas.
5. Ayuda a controlar la presión arterial
El consumo regular de aceite de oliva virgen extra mejora la salud cardiovascular gracias a los polifenoles que contiene los cuales ayudan a mejorar la circulación de la sangre y el sistema cardiovascular. Estos son compuestos de origen vegetal con potentes propiedades antioxidantes que ayudan a reforzar la actividad del sistema inmunitario. Los aceites de cosecha temprana, es decir, los obtenidos a partir de aceitunas verdes recogidas en su punto exacto de maduración, concentran un mayor número de polifenoles.
6. Adiós al colesterol malo
El AOVE es un producto altamente recomendable en las dietas destinadas a reducir el colesterol, ya que se ha comprobado que el ácido oleico que contiene es muy eficaz para reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y aumentar los del colesterol bueno (HDL).
7. Protege el sistema inmunológico contra los virus
Uno de los mayores beneficios del AOVE es que es muy eficaz contra bacterias y virus, consiguiendo aumentar la cantidad de células que participan en la protección de nuestro sistema inmunológico, lo que se traducirá en una mayor resistencia frente a agentes patógenos externos.
Así mismo, también tiene acción antiinflamatoria, favoreciendo una recuperación más rápida y aliviando posibles dolores o molestias.
8. Bueno para la piel
Un eficaz remedio contra el envejecimiento, el aceite virgen extra es uno de los mejores humectantes naturales para la piel, consiguiendo mantenerla suave y perfectamente nutrida, al mismo tiempo que combate la producción de sebo y la acumulación de suciedad. Los polifenoles que contiene contribuyen, además, a retrasar la aparición de arrugas.
Y qué mejor que disfrutar de estos beneficios del aceite de oliva virgen extra con una receta sencilla, riquísima y llena de salud:
BACALAO AL PIL-PIL
Ingredientes:
- 4 lomos de bacalao en su punto de sal (ya desalado)
- 1 vaso de aceite de oliva virgen extra
- 6 dientes de ajo
- 2 guindillas (opcional)
Elaboración:
- Vertemos en una cazuela el aceite de oliva virgen extra. Yo he usado el de la marca Olibaeza, un aceite de Jaén de variedad picual, ideal para cocinar.
- Cuando el aceite esté caliente, sofreímos los dientes de ajo laminados y las guindillas.
- Una vez dorados, retiramos y reservamos.
- Retiramos la cazuela del fuego para que se enfríe durante unos minutos.
- Volvemos a poner la cazuela al fuego e introducimos el bacalao con la piel hacia arriba. Lo cocinaremos a fuego muy suave, sin que el aceite llegue a hervir, moviendo de vez en cuando la cazuela para que el bacalao vaya soltando su gelatina.
- Durante el último minuto, damos la vuelta al bacalao para que termine de hacerse bien por los dos lados. Cuando esté cocinado, lo sacamos y reservamos.
- Pasamos el aceite junto con la gelatina que ha soltado el bacalao a otro recipiente y lo dejamos templar.
- Ponemos una parte de ese aceite de nuevo en la cazuela, a fuego lento y, con un colador vamos haciendo movimientos circulares para que emulsione la salsa. A medida que la salsa va espesando, vamos incorporando el resto de aceite y seguimos moviendo el colador, hasta que el pil pil esté bien ligado y haya espesado a nuestro gusto.
- Incorporamos de nuevo el bacalao a la cazuela, junto con los ajos que habíamos reservado, movemos para que se junte con el pil pil y servimos.