La mantequilla clarificada, también conocida como ghee, es un tipo de grasa láctea que se obtiene al calentar la mantequilla y separar los componentes sólidos y líquidos. Durante el proceso de clarificación, la mantequilla se derrite lentamente, permitiendo que el agua se evapore y los sólidos lácteos se separen, como las proteínas y la lactosa.
El resultado final es una grasa líquida dorada y translúcida, que tiene un sabor y aroma característicos. La mantequilla clarificada tiene un punto de humeo más alto que la mantequilla normal, lo que significa que puede soportar temperaturas más altas antes de quemarse. Esto la hace ideal para cocinar y freír alimentos a fuego alto.
Además de tener un punto de humeo más alto, tiene otras ventajas. Al eliminar los sólidos lácteos, se reducen los niveles de lactosa y caseína, lo que la convierte en una opción más adecuada para personas con intolerancia a la lactosa o alergias a la proteína de la leche. También se cree que contiene ácidos grasos de cadena corta que pueden ser beneficiosos para la salud.
VENTAJAS: la mantequilla clarificada tiene una vida útil considerablemente mayor que la mantequilla normal. Soporta temperaturas mayores sin quemarse (180ºC). Otorga una textura más húmeda a las elaboraciones de pastelería acentuando los demás ingredientes presentes.
¿Cómo se utiliza la mantequilla clarificada?
La mantequilla clarificada se utiliza de manera similar a la mantequilla regular, pero con algunas diferencias debido a su mayor punto de humeo y concentración de grasa. Aquí te muestro algunas formas de utilizarla:
- Cocinar a altas temperaturas: Debido a su alto punto de humeo, es ideal para saltear, freír y dorar alimentos a fuego alto. Puedes usarla para cocinar carnes, mariscos, verduras y cualquier otro alimento que requiera altas temperaturas.
- Sustituir la mantequilla regular: Se puede utilizar como un sustituto directo de la mantequilla regular en recetas. Puedes untarla en pan, mezclarla en salsas, agregarla a pasteles, galletas u otros productos horneados.
- Mejorar el sabor de los platos: Tiene un sabor y aroma característicos, más intenso y “nuez”. Puedes utilizarla para darle un toque especial a tus platos, como salteados de vegetales, arroces, pastas, etc.
- Conservación: Tiene una mayor vida útil que la mantequilla regular debido a la eliminación de los componentes lácteos que pueden estropearse. Puedes almacenarla en un recipiente hermético en el refrigerador y usarla según sea necesario.
Es importante tener en cuenta que la mantequilla clarificada es rica en grasa, por lo que se debe consumir con moderación. Además, si tienes alguna restricción dietética o problemas de salud, es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de incluirla en tu dieta regular.
Cómo hacer mantequilla clarificada
1. En primer lugar, colocar la mantequilla en un recipiente y ponlo al baño maría. Funde la mantequilla lentamente SIN REMOVER.
Poco a poco irás viendo como se forma una espuma blanca en la superficie. Lo interesante es que algunos residuos presentes en la mantequilla que habitualmente se queman con facilidad, quedan atrapados en esa espuma blanquecina.
2. A continuación, retira toda la espuma formada con cuidado con una cuchara grande o una espumadera.
3. Cuando la mantequilla adquiera un color naranja claro deja reposar el recipiente sobre la mesa. Esto es la mantequilla clarificada.
4. Después de 1 hora, los sólidos restantes de la mantequilla se irán al fondo del bol. Entonces es el momento de volcar lentamente a otro recipiente toda la mantequilla. Otra opción es colar con la ayuda de un tejido fino o gasa.
CONSERVACIÓN: Guarda la mantequilla clarificada en un recipiente hermético y consérvala en la nevera hasta 6 meses.