Esta receta de tortas de aceite y anís es una de esas recetas tradicionales que se preparan de una forma sencilla y económica, y que tienen un resultado espectacular.
Ingredientes: Para unas 20 tortas
- 500 gramos de harina de trigo
- 75 gr de azúcar blanca
- 25 gr de azúcar morena
- 150 ml de aceite de oliva virgen extra ( ESTE es el que más me gusta)
- 150 ml de agua
- Una cucharadita de las de café de canela molida
- Una pizca de sal
- 2 cucharadas soperas de anís
- Anís en grano o matalahúva ( 2 cucharaditas de las de café)
- 10 gr de levadura tipo Royal
- 1 clara de huevo
- Azúcar para espolvorear
VÍDEO-RECETA – Tortas de aceite y anís
Receta de tortas de aceite
En primer lugar, para hacer nuestras tortas de aceite, ponemos el aceite de oliva virgen extra en un cazo a calentar.
Una vez que esté caliente, lo retiramos del fuego y le añadimos la matalahúva o anís en grano, removemos y dejamos enfriar.
En un recipiente limpio colocamos la harina tamizada, hacemos un hueco en el centro y le añadimos todos los ingredientes ( azúcar blanca, azúcar moreno, canela, el anís, la levadura, una pizca de sal, el aceite de oliva virgen extra con la matalahúva y el agua).
Removemos todo hasta que nos quede bien integrado.
A continuación, pasamos la masa a una encimera dónde podamos amasar bien con las manos. Trabajamos la masa durante unos 5 ó 6 minutos.
Ahora, pasamos a hacer las tortas, primero haremos bolitas, yo las he hecho de unos 35 gr. cada una, las estiramos bien con un rodillo y las dejamos bien finas. Mientras más finas más crujientes nos quedarán.
Cómo hornear las tortas de aceite
Después, colocamos nuestras tortas en la bandeja de horno a la que le habremos puesto papel para hornear.
Ahora, pintamos cada torta con clara de huevo batido y espolvoreamos azúcar por encima.
Luego, horneamos a 180º C durante unos 10 minutos o hasta que vemos que están doraditas.
Finalmente, sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla y ¡¡listas para comer sin remordimiento!!
Cómo conservar las tortas
Estas tortas las puedes congelar recién hechas o sin hacer, es decir, puedes congelar la masa para luego volver a realizar el proceso de amasar y hornear.
Y aguantan varios días muy crujientes si las conservas en un recipiente hermético, bien cerrado, y envueltas en una bolsa para que no les de el aire.
Yo las he congelado, envueltas una a una en papel transparente y metidas en un taper bien cerrado. Así las puedo ir sacando una a una cuando me vaya apeteciendo 🙂
¿Quieres formar parte del club de los comilones? Síguenos en nuestra página de Facebook y te mantendremos y te enviaremos todos los días nuestras nuevas recetas. Haz CLIC AQUÍ para ver las recetas.